En el artículo de hoy trataremos la clasificación de los accidentes de tráfico, cómo se catalogan y cómo reclamar una indemnización.

Antes de comenzar, hay que tener en cuenta lo que señala la Dirección General de Tráfico sobre los accidentes de tráfico:

en el caso de un accidente de vehículo en el que éste colisione contra un obstáculo, se produce un primer impacto o impacto inicial, que es el del automóvil contra el objeto, sea éste fijo o móvil.

El segundo impacto es el de los ocupantes contra alguna estructura interior del vehículo, caso de no salir despedidos, como puede ser el golpe contra el volante cuando se trata de un choque frontal de un conductor no sujeto por cinturón de seguridad.

El tercer impacto es el de los órganos internos entre sí, como ocurre, por ejemplo, si, además del impacto del tórax contra el volante, se produce el impacto de la cabeza contra alguna estructura interna del vehículo (espejo retrovisor, parabrisas, marco metálico de separación de parabrisas y ventanilla, etc.).

Puede haber un cuarto impacto por la existencia de objetos no fijos en el interior del automóvil, que pueden golpear a sus ocupantes (recipientes situados en la bandeja, animales sueltos, pasajeros situados en los asientos traseros, etc.).

El impacto de los órganos internos entre sí tiene importancia para explicar la producción de lesiones. Si, por ejemplo, el encéfalo, que está contenido en el interior del cráneo, una estructura dura e inextensible, golpea tras una deceleración brusca, produciéndose el impacto de los lóbulos frontales, protegidos parcialmente por las meninges, contra la parte interna del hueso frontal, se podrán producir hematomas o focos contusitos frontales.

Pero si, además, consideramos que la zona ocipital se ha visto sometida a un fenómeno de tracción tras el desplazamiento, que puede haber producido un desgarro de los vasos sanguíneos que unen el encéfalo con las meninges, se podrá producir también en el mismo accidente un hematoma subdural occipital o una hemorragia subaracnoidea a dicho nivel.”

Cómo se catalogan los accidentes de tráfico

Por el criterio de la dirección del impacto, los accidentes se clasifican:

Accidente de tráfico por choque frontal

Suele producirse desplazamiento de los ocupantes del vehículo hacia delante (Leer: Accidente de coche por salida de vía). También hay que subdividir en caso de que haga uso de cinturón o no:

  • Sin hacer uso del cinturón de seguridad, los ocupantes seguirán la trayectoria hasta que impacten contra el parabrisas, el salpicadero, el asiento delantero del vehículo o incluso hacia el exterior dependiendo de la fuerza del impacto.
  • En caso de hacerse uso del cinturón de seguridad puede ser una de las dos formas siguientes:
    • Efecto submarino o de inmersión, el desplazamiento hacia abajo y por debajo: el conductor se escurre por debajo del cinturón de seguridad, hundiéndose sobre su propio asiento. Puede producirse un impacto primerizo de las rodillas contra el salpicadero, pudiendo producir fracturas conminutas de rótula, fractura diafisaria a uno o más niveles de fémur, y fractura-luxación posterior de cadera, por rotura de la ceja posterior del cotilo. También pueden producirse lesiones en los pies de dos maneras: por atrapamiento de los pies y de los tobillos contra los pedales, o por deformación brusca del panel metálico inclinado sobre el que reposan los pies, transmitiéndose una sobrecarga axial brusca con producción de fractura de metatarsianos, fracturas unimaleolares, bimaleolares o trimaleolares de tobillo, etc. Continuando el impacto el tórax (y/o la cabeza) puede golpear contra el volante, pudiendo producirse fracturas costales, fracturas esternales y lesión de órganos internos intratorácicos (corazón, pulmones, grandes vasos, etc.), además de traumatismos craneoencefálicos.
    • En el desplazamiento tipo hacia arriba y por encima, el cuerpo puede salir en una dirección oblicua y hacia arriba, y la cabeza puede golpearse contra el parabrisas, el espejo retrovisor o el marco interno del parabrisas. La columna cervical puede absorber la energía y, dependiendo de la posición del cuello, en mayor flexión o extensión, pueden provocarse, además de fracturas craneales y lesiones encefálicas, lesiones cervicales de diverso tipo (fracturas luxaciones vertebrales, desgarro y rotura de ligamento longitudinal anterior, de ligamento interespinoso, etc.) que pueden agravar en lesiones inestables de columna y/o lesiones medulares altas.
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Accidentes de tráfico por choques laterales

En este tipo de accidentes las lesiones son más graves que en los choques frontales al estar más cercano el cuerpo del conductor al automóvil que impacta y/o a las estructuras internas de la puerta que es desfigurada, provocando su intrusión y golpeando el hemitórax en relación al lado que ha sufrido el impacto.

Normalmente se suelen provocar fracturas costales en el hemitórax con lesiones intratorácicas, fracturas de pelvis y lesiones craneoencefálicas debido a que el movimiento de la cabeza se da a través de una inclinación lateral, tendiendo a acercarse al automóvil incidente, pudiendo provocar un golpe en la cabeza contra la ventanilla, el marco de la puerta o incluso el capó del automóvil que golpea.

Hay que señalar la asociación de lesiones, de forma que fracturas costales altas, al estar muy protegidas, indicarán un mecanismo de alta energía de impacto y pueden asociarse a lesión de grandes vasos intratorácicos. Las fracturas costales medias pueden provocar una contusión pulmonar, contusión miocárdica, etc. Las fracturas costales bajas pueden provocar rotura hepática en el lado derecho, rotura esplénica en el lado izquierdo o rotura diafragmática. Las estructuras circulares suelen partir a dos niveles (como ocurre al comprimir un aro de hula-hoop contra el suelo), por lo que deben buscarse fracturas a dos niveles en costillas, en pélvis, etc.

Colisión por alcance:

Este tipo de colisiones sucede cuando un vehículo está detenido y es golpeado por detrás (Leer: Accidente en una retención en carretera) o mientras circula y es impactado por la parte trasera por otro que circula a mayor velocidad.

El cuerpo suele dirigirse hacia delante por transmisión de la energía del vehículo incidente al respaldo del asiento y a los ocupantes del automóvil alcanzado. Este desplazamiento solidario del asiento con el tronco no se adiciona del mismo movimiento en la cabeza que, a consecuencia de tener el centro de gravedad en una situación relativamente posterior, y a que tiende a tardar más su movimiento respecto al del tronco, pivotaría hacia atrás sobre el cuello, provocando una hiperextensión, lo que podría evitarse mediante el reposacabezas situado adecuadamente.

Vuelco por accidente de tráfico:

Al volcar un vehículo, si el ocupante no está sujeto por el cinturón de seguridad puede golpearse con cualquier parte del interior del vehículo. Pueden producirse lesiones en cráneo y cuello por impacto contra el techo, y son frecuentes las lesiones en la columna vertebral, pudiendo producirse, a su vez, fracturas o luxaciones vertebrales.

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Durante el vuelco puede producirse la expulsión del vehículo, lo cual empeora el accidente, pudiendo provocar la muerte del ocupante.

En los vuelcos de autobuses se puede afectar a cuello y hombro de un lado preferentemente, además de las lesiones sobre cabeza y columna vertebral.

Atropello:

El atropello puede producirse de cuatro formas diferentes:

  1. Impacto de la parte saliente del automóvil, generalmente el parachoques, contra las extremidades inferiores. Si hay frenada previa, normalmente descienden unos centímetros el punto de impacto, que también será determinado por la talla del peatón. Se suelen producir fracturas, abiertas o cerradas, en los tobillos, tercio medio de pierna o en rodilla, así como fracturas de peroné.
  2. Cuando la cadera se golpea contra el borde del capó, pivotando lateralmente la parte superior del cuerpo y pudiendo golpear el tórax contra el capó y el hombro y/o cabeza contra el parabrisas o el marco del parabrisas. En este marco las lesiones son más graves.
  3. Atropello por la caída al suelo del peatón. Puede sufrir fracturas y/o luxaciones articulares de diversos tipos.
  4. El coche puede pasar por encima de la víctima provocando un tatuaje de los neumáticos sobre la piel y el aplastamiento de miembros o de otra parte del cuerpo, o arrastrarla, ocasionando erosiones y quemaduras cutáneas por fricción, e incluso se puede producir tatuaje por impregnación de asfalto en la piel.

Accidentes de motocicleta y ciclomotor:

Las lesiones principales suelen ser contusiones, erosiones y fracturas de miembros inferiores (Leer: Lesiones graves por accidente de moto), que pueden producirse por impacto contra otro vehículo en el momento del choque, por caída secundaria y golpe en el momento de deslizar por el suelo o salir proyectado por el aire, o, en el caso de choque frontal contra un obstáculo, al salir proyectado el conductor por el manillar, dado que el centro de gravedad de la moto suele estar situado un poco detrás del eje delantero, por lo que el conductor golpea con ambos muslos sobre el manillar, provocando fracturas diafisarias de ambos fémures.

Pueden provocarse también fracturas de cuerpos vertebrales –a nivel dorsal-, con compromiso medular o no, por proyección por delante de la motocicleta al chocar contra un obstáculo.

Gravedad de los accidentes de tráfico

En función de la gravedad del accidente, los más graves son aquellos en los que hay víctimas mortales o gran invalidez (Leer: Gran invalidez por accidente de tráfico). En las siguientes clases los hay de menor gravedad en los que hay heridos graves, leves y daños materiales.

También los accidentes de tráfico pueden ser in itinere (Leer: Accidente de tráfico in itinere), que son accidentes de tráfico que sufren los trabajadores al ir o volver del trabajo, y accidente en misión, que es aquel que se da durante la jornada laboral; o por el fin por el que se conduce pueden no ser in itenere.