Continuamos hoy con aquellos accidentes de circulación que se producen en nuestro entorno diariamente y en los que apenas reparamos.

Cualquier momento o circunstancia es susceptible de convertirse en el escenario donde nuestro vehículo pueda sufrir un siniestro:  Carreteras, pequeñas zonas urbanas, aparcamientos de grandes y pequeñas superficies, estando nuestro coche aparcado, cualquiera de estos lugares puede ser el espacio donde con nuestro coche tengamos un golpe o siniestro, como nuestra aseguradora y en el entorno de los accidentes se denomina.

Los siniestros de chapa, por así denominarlos, a priori no deberían tener consecuencia ninguna para nuestra salud, aunque no debemos  bajar la guardia ni ser imprudentes con las medidas de seguridad que se deben tomar al ponerse al volante, sea cual sea el recorrido que vayamos a realizar. Un pequeño siniestro, es algo cotidiano, un vehículo que al abrir la puerta roza nuestro espejo retrovisor, una maniobra de marcha atrás daña nuestra parte delantera, frenazos inesperados, etc., muchas son las maniobras que provocan accidentes de circulación, de los que posteriormente deben hacerse cargo nuestra aseguradora y en caso de complicación recurrir a quien pueda hacerle más fácil recibir una indemnización justa.

En anteriores ocasiones, les contábamos como hace algo más de dos décadas las compañías de seguros idearon un sistema de adecuación entre entidades de costes, que facilitase tanto en tiempo como en cuantía, la tramitación de los accidentes o siniestros de tráfico.

Estos acuerdos entre los seguros, se denominan en la actualidad “tramitación de siniestros por convenio”. A través de reclamaciones paralelas, gestionan los accidentes de tráfico, y determinan la responsabilidad del accidente. Será la aseguradora de cada uno de nosotros, quien una vez resuelta la culpabilidad del siniestro, atienda a su propio asegurado.

Podrán imaginar, que aunque la gran mayoría de estos golpes, se resuelven rápidamente, no siempre es todo tan sencillo, ya que el procedimiento que siguen las aseguradoras consta de varios pasos.

En primer lugar, una vez que se ha dado el parte a la compañía indicando que nuestro vehículo sufre daños materiales, la compañía realizará una peritación del vehículo para comprobar si los daños que se han declarado en el parte coinciden con los que presenta el vehículo. Si no hay discrepancias, la compañía procederá a la reparación del vehículo, reclamando, si procede, la cuantía a la compañía contraria.

Una Indemnización por accidente de tráfico, puede complicarse si las partes implicadas no han conseguido llegar a un acuerdo sobre la responsabilidad en el momento de la colisión o siniestro. También, pueden surgir dificultades si nuestra compañía, tras la peritación, concluye que el vehículo es siniestro total, ya que en este caso, la compañía solo querrá hacerse cargo del valor venal del vehículo.

En este tipo de casos el cliente puede no estar conforme con la cantidad que se le ofrece o puede querer que su vehículo sea reparado. En cualquiera de estos casos habría que recurrir a la vía judicial para efectuar esta reclamación.

No tiene porque conformarse con recibir la indemnización del valor venal de su vehículo. Por ello, no deje de consultar sobre la viabilidad de recibir una indemnización justa y legal, sea cual sea el accidente que usted haya tenido.

Recuerde que es muy importante mantener la calma en el momento del siniestro y que si nos visita podrá ir consultando nuestros consejos que le harán la vida más sencilla en caso de accidente.

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